Han tenido que pasar cuatro décadas, para que una mujer se haga un hueco en el mundo de la economía, en el que hasta ahora sólo había espacio para los hombres. Ostram, la ganadora del Nobel, cuando se subió al estrado en Estocolmo, dijo: "Es un honor ser la primera, pero no seré la última". Cinco mujeres más se subirían al estrado esa noche.
El hecho de que se le otorgue el Nobel por primera vez a una mujer, y que además, se premien sus teorías sobre la gestión de recursos naturales de manera sostenible, es digno de subrayar.
Escrito por Alejandro (Fuente: lne.es)
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